Tras dos años marcados por la pandemia, las tendencias se enfocan en crear espacios que promuevan el bienestar, la conexión con la naturaleza y la expresión personal. A continuación, te presentamos algunas de las claves que definirán los hogares más vanguardistas del año:
El diseño biofílico cobra mayor relevancia que nunca. Se trata de incorporar elementos naturales a los espacios interiores para crear un ambiente más saludable y relajante.
Plantas, paredes verdes, materiales naturales como la madera y la piedra, e incluso elementos que imitan texturas naturales como el mármol o el granito, serán protagonistas en la decoración.
Los colores neutros y las formas orgánicas dominarán la paleta cromática y las líneas del diseño interior. Tonos como el blanco, el beige, el gris y los colores tierra aportan calma y serenidad a los espacios.
Las formas curvas y orgánicas, que recuerdan a la naturaleza, se verán reflejadas en muebles, accesorios e incluso en la arquitectura de las casas.
Los baños dejan de ser espacios meramente funcionales para convertirse en oasis de bienestar.
Apuesta por bañeras independientes, duchas a ras de suelo, lavabos llamativos y revestimientos que marquen la diferencia.
Los colores vibrantes, la iluminación tenue y las plantas también serán claves para crear un ambiente relajante y acogedor.
La iluminación juega un papel fundamental en la creación de ambientes, utiliza lámparas regulables, luces indirectas y guirnaldas de luces para crear diferentes atmósferas en cada espacio.
La domótica también está en auge, permitiendo controlar la iluminación con tu voz o smartphone, la tecnología se integra cada vez más en el diseño de interiores.
Electrodomésticos inteligentes, sistemas de sonido integrados y dispositivos de control domótico te permiten crear un hogar más cómodo, eficiente y seguro.
No tengas miedo de llenar las paredes con cuadros, esculturas o cualquier elemento que te haga sentir identificado.